Ayer tuve un flash back con el gurmanflax. Qué gracia! parece una canción ochentista (como dice la intelectual de Maribel Verdú, porque hoy todo el mundo es intelectual. Aunque ahora que lo pienso, no me imagino a Saramago anunciando lo que sea...). A lo que íbamos, ayer fui a los chinos a por tabaco y al intentar apagar mi gula nocturna con algo químico o chocolatinoso, los vi. Allí estaban, los
Burmar-flax. No pude aguantar la tentación, los cogi, y la verdad, si hubiesen sido de la marca Pusman-Splas, pues que ni me hubiese planteado estar la hora siguiente succionando como una sanguijuela el liquidito flaxístico(porque yo soy de las de succionar. Mejor succionar que morder no??). Bueno, el caso es que al llegar a casa y ponerme meláncolica y llorona con semejante artilugio culinario, me dio por acordarme de la pastelería de la esquina donde los compraba de pequeña a escote de mis padresjunto cantidades infames de chucherías y de obleas u hostias para jugar a curas. Sí, sí,me autoabrí una cuenta particular a nombre de mis padres, hasta que un día al entrar por la puerta de casa y escuchar a mi madre llamarme por mi nombre a grito pelao supe que aunque una vaya de marquesa, luego hay que pagar.
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efege -