Mira tú por donde que no veía yo escribiendo una dietética de estas. Pero me he tirado a la piscina porque la he visto llena de agua (como dice Nina sacando ese Confuncio que lleva dentro, dentrito) y heteme aquí.
Ante lo cual, me viene a la mente (no va a ser a otro lado, digo yo) mi don para albergar la vagancia y la desidia con total alegría. Asín de que me tendré que saltar la dieta perezosa de intelecto y masturbar un poquito mi mente. Y digo sólo un poquito, porque no vaya a ser que salpique y verás...
Si es que a una se le expande el corazón y la lorza cuando ve muestras de apoyo tan güenas y tan emotivas...snif snif. Y se me he acordado de una de esas postales horteras de puestas de sol con una poema pegajoso (tanto como una moñiga)exaltando la amistad y el amor fraternofilial. Que bonito es sentirse querida, y que feo el pagar a hacienda.